jueves, 23 de agosto de 2007

1. Sobre las características fundamentales de La Otra Campaña

1.- Sobre las características fundamentales de La Otra Campaña.

a.- ¿Estás de acuerdo en las siguientes características fundamentales de nuestro movimiento señaladas en la Sexta Declaración de la Selva Lacandona? (Anticapitalista, de Izquierda, Civil y pacífica, con otra forma de hacer política, que escuche y tome en cuenta la palabra de los de abajo, que construya un Programa Nacional de Lucha anticapitalista y de izquierda, que luche por una Nueva Constitución, que sea Nacional, que sea con trabajadores de la ciudad y el campo, indígenas, jóvenes, mujeres, ancianos y ancianas, niños y niñas, homosexuales, lesbianas, transexuales, etcétera, o sea con tod@s l@s de abajo)
X No _

b.- ¿Consideras necesario agregar otra característica fundamental?
X No _

c.- ¿Cuál?
Como Sexta Querétaro, coincidimos en las siguientes características generales: anticapitalista, antineoliberal, civil y pacífica, de abajo y a la izquierda y antijerárquica u horizontal y que no lucha por tomar el poder, entiéndase el “aparato estatal”, sino por conquistar: Democracia, Justicia y Libertad, en donde caben todas las diversas demandas políticas y sociales.

Debe ser DEMOCRÁTICA. Es decir, sin jerarquías, sin líderes, sin verticalismos, sin vanguardias ni estructuras complejas. Sin votaciones, sin partidos, sin representantes, sin poderes. Todos pares en lo planito. Ni sectarios, ni populistas. No queremos homogeneidad, pero tampoco ambigüedad, confusión e indefinición. Queremos auténtica vida política colectiva. No a la "revolución con las nalgas", es decir a las asambleas interminables, desordenadas, manipuladas o catárticas. La democracia que construyamos al interior de la Otra Campaña será la propuesta que sustentará nuestra lucha por la democracia en México y en el mundo.

Debe ser ÉTICA, es decir, no dogmática, no pragmática, no mentirosa, no corrupta, no deshonesta, no trivial, no irracional, no violenta, no armada, no ignorante, no espontaneísta, sin héroes ni mártires ni víctimas. Si pensada, si comprometida, si solidaria, si alegre, si amorosa, si combativa, si firme, si valiente.

Debe ser ANTICAPITALISTA, es decir, no luchar contra la pobreza sino contra la explotación; no luchar por la tolerancia sino contra el racismo; no luchar por la pluralidad sino contra la discriminación; no luchar por la ecología sino contra el despojo. No es suficiente con emprender una transformación política, pues la democracia no se reduce a lo electoral, pues tiene que ver con todos los espacios de la vida social. Tampoco se reduce el asunto a pugnar por una mayor participación directa ciudadana (con la figuras de plebiscito, referéndum, revocación de mandato, iniciativa popular), pues éstas son demandas que se encuentran en los límites de una democracia “burguesa” y nuestro camino está abierto a una lucha por una democracia real, profunda y total. Pero, ante todo, la lucha anticapitalista sólo puede tener como blanco el meollo del capitalismo que es la economía. Combatir al capitalismo desde dentro, desde abajo, desde fuera, desde la comunidad, la colonia, la escuela, la cárcel, las calles, los espacios del trabajo, desde la cultura, desde la educación, desde los Medios alternativos, desde la política, desde la teoría, desde la Otra Economía. Adueñarnos de nuestro trabajo, de nuestra producción, priorizar el valor de uso sobre el valor de cambio, crear desde ahora la economía post capitalista.

Debe ser CRÍTICA, es decir, No queremos ideología, sino ideas, análisis, críticas y proyectos concretos. No parecer radical, sino ser radical. No a la superficialidad del discurso y la parafernalia ultraizquierdista, porque nos damos cuenta que en la mayoría de los casos es moda que nada tiene que ver con el llamado de la Sexta y que confunde. La identidad de la Otra Campaña, ya lo dijo el delegado Zero, pasa por todas las identidades de los individuos, y colectivos que estamos realmente en la otra Campaña. Por ello, consideramos imprescindible que deba ser igualmente abierta o antidogmática, en proceso de construcción y de autocrítica permanentes. Desmontarlo todo y al mismo tiempo ir construyendo: destruir y construir. No ser contestatarios, ser proposititos. Teorizar más porque la teoría no se debe separar de lo práctico y lo terrenal.

Diferimos internamente con respecto a:

Si la Sexta se definiría como “no estalinista”, “no leninista”, no “vanguardista”, no por un trabajo “de masas”. Habiendo tomado como punto de partida las respuestas a los seis puntos planteadas por Sinaloa, el Frente Popular Revolucionario planteó su duda con respecto a si éste cabría o no dentro de la Otra en Querétaro, argumentando tanto una defensa de las contribuciones históricas, teórico-prácticas tanto del marxismo como del estalinismo, así como que en cada estado tenía diferentes características. Frente a ello, en general se les dijo que no se estaba planteando una expulsión, pues no era éste nuestro papel ni nuestros modos, pero sí se cuestionó los modos que el FPR tiene en Querétaro, como son ellos priorizan su proyecto y el crecimiento de su organización sobre el proyecto y el crecimiento de la Otra Campaña, y que la crítica al estalinismo era la crítica a un marxismo esquemático, dogmático y simplista, que ya no correspondía a la realidad actual, así como a usos y costumbres de la política tradicional de izquierda, como el de la “Unidad a toda costa”, aún con el enemigo. Y que en todo caso la permanencia del FPR en la Otra Campaña era una decisión que correspondía a ellos mismos.

Combatir apoyos asistencialistas: Mientras unos, como los del FPR estaban en contra de que nos lanzáramos en contra de estos programas, otros proponían que se aceptaran bajo protesta, por ser necesarios para la subsistencia de muchos grupos sociales, por tener derecho a ellos y por representar una oportunidad para la educación política anticapitalista al criticarlos y saberlos dadivosos e insuficientes.

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